PLENILUNIO DE LEO - VIERNES 27 DE JULIO 2018
Nota Clave: Yo Soy Aquello y Aquello soy yo.
Cualidad : Afirmación, Elemento: Fuego
PALABRA,
PODEROSA PALABRA
Por. Escuela Interna: O.N.P.
Ante la grave situación mundial actual podemos hacer mucho si nos dedicamos a crear ambientes de armonía a través de nuestros pensamientos, sentimientos, acciones y palabras. Los espacios de paz están en el corazón de la humanidad y nosotros podemos estimular ese corazón si en el nuestro creamos un espacio de paz y lo expresamos en la vida cotidiana.
La palabra, que es el pensamiento materializado, es fundamental en la creación de los ambientes en los que se desenvuelve la vida. Tomar conciencia de su poder es tomar el timón del barco y llevarlo al destino deseado. Su fuerza está en relación directa con la intensidad de pensamiento. Cuando el pensamiento está acompañado del sentimiento y sale como palabra es como una orden para que se materialice lo expresado. Ante un mundo que se debate entre la guerra y la paz, en el que parece que lo más negativo del ser humano está todos los días en la primera plana de los periódicos y los noticieros, es un deber social pensar positivo, tener sentimientos armoniosos y ejecutar acciones equilibradas. Cuando una parte tan grande de la humanidad sufre, es imperioso encontrar momentos de felicidad para impregnar los éteres del aroma que desprende la vibración más alta.
A veces, es por pura distracción que nos sentimos tristes o deprimidos porque tenemos innumerables motivos para ser feliz. Un cielo azul, las flores que perfuman nuestra vida, las estrellas, los árboles, la mirada de los seres amados.... cuántas cosas. Sin embargo, con nuestra palabra intensificando los pensamientos negativos a través de los innumerables comentarios sobre la situación mundial cerramos las puertas a lo bello, lo bueno y lo verdadero de la vida y luego pretendemos que las cosas nos salgan bien...
La palabra es una manifestación del verbo, pero no es su única manifestación, porque a través de los gestos, las miradas y el tono de la voz, el verbo también se manifiesta. Es un poder de doble filo, que utilizamos inconscientemente. Con ella podemos esclarecer, ayudar, animar, o por el contrario, podemos perjudicar, esclavizar y destruir...
Por no reconocer las leyes del mundo invisible, muchos arrojan palabras a diestra y a siniestra como fósforos encendidos provocando incendios en el hogar, en el trabajo, entre los amigos. ¡Cuántas tragedias, rupturas, crisis provocadas por palabras negativas dichas en el momento inapropiado!
Hay personas que al hablar utilizan palabras groseras como parte de su vocabulario habitual y, a veces, hasta maldicen. Entre los norteamericanos la maldición es muy común. Cada vez que algo les sale mal dicen “damn it” que quiere decir, “maldita sea”. Una vez, en un encuentro fraternal en un lugar muy especial del planeta, el organizador del evento, una persona que admiramos profundamente, al constatar que había perdido su chaqueta en el taxi, comenzó a maldecir con tanta furia que quedamos atónitos y nos dimos cuenta que muchas veces, seres que han consagrado su vida al servicio y al Plan de Dios, por no conocer estas leyes básicas de la vida, se hacen mucho daño y, dañan el trabajo que con tanto amor hacen. Sentimos una profunda compasión que llegó a la ternura, quisimos decirle tantas cosas, pero no nos atrevimos... Únicamente le dijimos: “tan solo te queda afirmar que lo vas a encontrar, porque es la única opción que tienes”. Para información de los curiosos... sí, lo encontró, porque en esa región del planeta, la gente es pura, y el taxista lo devolvió...
Lo contrario a la maldición es la bendición, que es decir buenas cosas, palabras que aporten el bien. Si estas palabras están acompañadas por un corazón desinteresado y dueño de sí, atraen partículas de los planos más sutiles y las depositan sobre aquello que se ha bendecido, ya sea una persona, un objeto, una ciudad, el planeta. Esta costumbre es especial para crear ambientes de paz, de amor, de luz, ambientes en los cuales la vida se puede desenvolver con más dulzura, más amor, más belleza...
Los invitamos a bendecir sus objetos, aquellas cosas “inanimadas” con las que entran en contacto todos los días. La ropa, el auto, los muebles, los adornos... Ellas se van impregnando de partículas que provienen del alma de cada uno de nosotros, semillitas de luz que podemos depositar en ellas.
La observación que podamos hacer de las palabras que a diario pronunciamos, nos sirve para conocernos mejor a nosotros mismos. Hay que darse cuenta que cada palabra que sale de nuestros labios estaba dentro de nosotros antes de salir. Nadie la puso ahí. Salió de nuestros pensamientos y sentimientos. No podemos engañarnos y decir que aquello que hablamos no refleja lo que tenemos por dentro. Más bien, si notamos que nuestra palabra es negativa, crítica, mordaz, debemos observar las áreas de nuestra vida que deben ser corregidas. Es un aviso que no debemos subestimar. Nuestra manera de hablar refleja cómo somos.
Vivimos en el sonido, porque todo lo que vibra emite una nota, un sonido. Tu forma de vivir, de hablar, de moverte emite un sonido. Tu palabra es tu sonido externo y tus pensamientos y sentimientos tu sonido interno. Nuestra personalidad es como un instrumento musical en el que el alma, nuestro Yo Real, toca su melodía. Si el instrumento está desafinado, por más virtuoso que sea el violinista no puede emitir una melodía armónica.
Vivamos con el propósito de emitir una nota armónica en nuestra vida. Es nuestra mejor forma de honrarla. Cuida tus palabras, no pronuncies palabras vanas, guarda silencio, di la verdad agradablemente y no mientas por agradar. Practica intensamente la cordialidad en tu forma de hablar y modula tu voz para que emita una nota armónica. Pronuncia la palabra sagrada OM, pero entre sonido y sonido, esfuérzate en escuchar el OM que pronuncia tu Ángel Solar. Puedes imaginar que una vez emites el OM, El te contesta con otro OM, y así, en este intercambio amoroso, llenas de luz los ambientes en los que te encuentras.
Vivamos conscientes de este poder.
Desde mi corazón, la Paz y el Amor de Cristo Jesús, sea en tu corazón.
Reflexionemos y Hagamos Juntos:
LA GRAN INVOCACION
Desde el Punto de Luz en la Mente de Dios, que afluya luz a las mentes humanas, Que la Luz descienda a la tierra. Desde el Punto de Amor en el Corazón de Dios. Que afluya amor a los corazones humanos, que Cristo retorne a la tierra. Desde el Centro donde la Voluntad de Dios es conocida. Que el Propósito guíe a las pequeñas voluntades humanas. El Propósito que los Maestros conocen y sirven. Desde el Centro que llamamos la Raza Humana. Que se realice el Plan de Amor y de Luz. Y selle la puerta donde se halla el mal. Que la Luz, el Amor y el Poder. Restablezcan el Plan en la tierra. Que así sea y que todos cumplamos nuestra parte.
Apartado Postal 70541, Caracas, Los Ruices 1071
Movimiento Mundial de Servidores a la Vida
mmsv1988 @ yahoo.es
Nuestro blog: http://movimientomundialdeservidoresalavida.blogspot.com
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