"Construyo una casa iluminada y en ella moro".
Cualidad: Estabilidad
UNA NUEVA HUMANIDAD QUE SURGE DEL DESPERTAR DE LA CONCIENCIA GRUPAL – Parte II
Por: Julio Ferrera – Ginebra.
M.M.S.V. / E. A.
Los grandes físicos del siglo XX han comprendido la realidad de la unidad y la integración existentes en la naturaleza y en la vida; ahora, corresponde a la humanidad asumir este hecho en su propia conciencia. Einstein escribió: "Un ser humano es parte de un todo, llamado por nosotros universo, una parte limitada en el tiempo y el espacio. Se experimenta a sí mismo, sus pensamientos y sentimientos como algo separado del resto... algo así como una ilusión óptica de su conciencia. Esta falsa ilusión es para nosotros como una prisión que restringe nuestros deseos personales y el afecto que profesamos a las pocas personas que nos rodean. Nuestra tarea debe ser liberarnos de esta cárcel ampliando nuestro círculo de compasión para abarcar a todos los seres vivos y a toda la naturaleza en su esplendor".
El físico David Bohm expresó la idea de la unidad de la naturaleza de una forma clara: "El verdadero estado de cosas del mundo material es la totalidad. Si estamos fragmentados, debemos achacarlo a nosotros mismos''. Otro físico, Fritjof Capra, defiende que nos hallamos en una crisis de percepción y en un cambio de paradigma: "El viejo paradigma -dice- es la visión cartesiana, newtoniana del mundo, la mecanicista. El nuevo paradigma es la visión totalista, ecológica del mundo. Necesitamos este cambio de percepción". Y el también físico, E. Schrodinger, afirma la unidad de la vida y de todo lo existente, en estos términos: "Por inconcebible que resulte a nuestra razón ordinaria, todos nosotros -y todos los demás seres conscientes en cuanto tales- estamos todos en todos".
Entre los filósofos y psicólogos, también los hay en esta misma línea. Pierre Daco, de la escuela de Jung, dice que no hay más que una respuesta a todas las preguntas, lo que él llama la Única Verdad del Universo: "No existen -dice- el universo y nosotros; existe el universo con nosotros dentro, a cada micro segundo, con el mismo título que todo lo que existe". También, en la obra de E. Fromm, destacado psicólogo y filósofo humanista, está presente la idea de la unidad. "El bienestar -dice- significa alcanzar una relación plena con el hombre y la naturaleza afectivamente, superar la separación y la enajenación -llegar a la experiencia de la unidad con todo lo que existe- y, sin embargo, experimentarse al mismo tiempo como el ente separado que Yo soy, como el individuo".
Pero uno de los pensadores del s. XX, que tuvo conciencia, más pronto, de la llegada de la nueva era, fue el jesuita y paleontólogo, Pierre Teilhard de Chardin, profundo defensor del progreso y de la unidad de la vida. Se caracterizó por esa visión especial del mundo la cosmovisión de Teilhard; por eso, se hace la pregunta sobre cuáles han de ser nuestras actitudes con relación al progreso y la evolución. Y responde: "Veo dos, que pueden resumirse en cinco palabras: Una gran esperanza en común". Y añade: "La Vida se mueve hacia la unificación. Nuestra esperanza no será operante más que si se expresa en una mayor cohesión y en más solidaridad humana"; y poco después, reitera: "No avanzaremos más que unificándonos: tal es la ley de la Vida". Teilhard de Chardin expresó que la evolución es un ascenso hacia la conciencia, y dice que, en nuestro Universo, tarde o temprano, son las fuerzas de totalización las que han de vencer a las fuerzas de desintegración.
Comprobamos, pues, que la forma en que se expresan, hoy, diversos autores, y en especial, los físicos, en relación a los hechos que tratamos, es muy semejante a la de los místicos de todas las épocas. Científicos, pensadores y místicos se acercan, es decir, les une la misma espiritualidad, entendiendo la palabra "espiritual" como todo lo que lleva a la elevación, la comprensión y el mejoramiento humanos, pues toda espiritualidad que no lleve consigo un compromiso de desarrollo y de transformación de la persona, es falsa.
Hagamos la Gran Invocación.
