“Una nueva Humanidad que surge del despertar de la conciencia grupal”
Julio Ferreras
Ginebra. E.A.
Una Nueva Humanidad está dando sus primeros pasos lentamente, en nuestro planeta y
en esta era de Acuario, en medio de grandes contradicciones,
crisis y problemas que aquejan a la humanidad actual (ineludibles, por otra parte, en todo desarrollo),
y solo puede alcanzar su
objetivo a través del despertar de la conciencia grupal, que no es sino el desarrollo del impulso de
integración y de síntesis. Previamente la humanidad ha vivido (y sigue viviendo aún, en su gran
mayoría) en la autoconciencia que, si bien le ha servido al hombre para
desarrollar su
individualidad como persona humana, única e irrepetible, le ha
llevado a
sentirse
separado y aislado, a un estado de soledad, de impotencia y
de inseguridad, de que habla E. Fromm, en su
libro
“El miedo a la libertad”.
De ahí han surgido la conciencia de
separatividad, el desarrollo
del yo inferior (egocéntrico, individualista, con
sus instintos más primarios), y su apego al mundo material. Todo ello ha
supuesto, por la propia evolución del hombre, una búsqueda -quizás más
inconsciente que consciente- de su propia esencia y del sentido de la vida,
pero una búsqueda, al fin. Llegado a este punto, en que el hombre no se ha
encontrado aún a sí mismo, ha de emprender una nueva búsqueda, pero, esta vez,
de lo que constituye esencialmente la nota clave de nuestro orden universal: la
unión, la síntesis y la integración.
Ese es el instinto inherente a todo el
universo, y esta humanidad, en este momento único en toda su trayectoria
evolutiva, está percibiendo su presencia y su energía, la llegada del Plan
divino. El cónclave convocado por los Hermanos Mayores de la raza, alrededor
del año 1500 d. C., tuvo como objetivo, precisamente, determinar cómo se podría
acelerar ese impulso de integración.
La conciencia de unidad
y de síntesis está comenzando a aparecer, por un imperativo del orden universal, en diversos aspectos de la vida humana. Está naciendo una Nueva Humanidad
que se considera a sí misma como una familia humana y que está propiciando la comprensión y el
amor entre todos los seres, de
ahí estos hechos:
- Los descubrimientos de
la ciencia moderna, que están revelando la unidad esencial de la
naturaleza y de la vida.
- La tendencia cada vez mayor hacia la integración, la fusión y
la síntesis en la humanidad, como un medio de supervivencia y de desarrollo global, desde las ciencias a las artes y
desde la política a la economía, etc.
- La aparición de medios cada vez más interconectados e interdependientes, como Internet y
la Informática en general, que nos
acercan al
hecho de que “todo es de todos”.
Uno de los eventos, que están
revelando las investigaciones en varias disciplinas científicas,
en
especial en la física moderna, pero también en la psicología, la biología y la neurociencia, es la
unidad básica del universo, es decir, la tendencia de todo lo que existe
en
la naturaleza hacia la
unidad y la síntesis, formando parte de la esencia de la vida misma, como un impulso latente en cada célula y en cada átomo. Solo se puede comprender el mundo a partir de la unidad y la
síntesis, lo
mismo que solo comprendemos el lenguaje, sea hablado o musical, cuando logramos
unir las palabras o las notas
entre sí, no aisladamente, sino, en síntesis. Alma Grupal
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