SINFONÍAS DEL AMOR, CONÓCETE A TI MISMO

SINFONÍAS DEL ESPÍRITU,CONÓCETE A TI MISMO

martes, 28 de agosto de 2012

YO SOY



YO SOY

1.   A ti, que lees, Yo te hablo
2.   Sí, a ti, que durante tantos años, y en contínuo ir y venir, has estado ansiosamente buscando en libros y enseñanzas, en filosofías y religiones, algo que no has sabido a punto fijo qué; no pudiendo ser, sin embargo, más que: Verdad, Felicidad, Libertad, Dios.
3.   A ti, que te sientes cansado, desalentado y has perdido casi toda esperanza.
4.   A ti, que muchas veces has logrado percibir un destello de esa “Verdad”, pero que, al seguirla y tratar de alcanzarla, la viste desaparecer en lontananza, como sucede con el espejismo del desierto.
5.   A ti, que creíste haberla encontrado en un gran instructor, reconocido como el jefe  de alguna Sociedad, Fraternidad o Religión, y que a ti te pareció ser un “Maestro”, por las maravillosas palabras de sabiduría que hablaba y las obras que hacía; pero que, más tarde, pudiste darte cuenta de que ese “Maestro” no era sino una humana personalidad, con sus faltas, debilidades y secretos pecados, tal como la tuya ; aun  cuando dicha personalidad pudo haber sido, no obstante, un conducto a través del cual se daban muchas hermosas enseñanzas que te parecieron la más elevada “Verdad”.
6.   He aquí, alma necesitada y hambrienta, que no sabes a dónde ni a quién recurrir.
7.   YO SOY quien a ti viene.
8.   Y también, a todos los que habéis comenzado a sentir la presencia de esa “Verdad” en lo íntimo del Alma, y buscáis corroborar aquello que últimamente ha estado vagamente esforzándose, desde vuestro interno, por tener una expresión viviente en vosotros.
9.   Sí, YO SOY el que viene ahora a todo aquel que sienta necesidad del verdadero “Pan de Vida”
10.   ¿Estás tú ya dispuesto a participar de él?
11.   Si es así, despierta. Siéntate. Calma tu mente humana, y obedece fielmente Mi palabra, tal como aquí la expreso, pues de no hacerlo así, tendrás que retirarte desilusionado, una vez más, y llevando en tu corazón el dolor de tu necesidad no satisfecha.
12.   ¡ YO !
13.   ¿Quién soy Yo?
14.   Sí. ¿Yo que hablo con tanto conocimiento y autoridad?
15.   ¡ATIENDE!
16.   YO SOY , ese en ti que ES y SABE.
17.   QUE SABE TODO.
18.   Que siempre supo y siempre ha sido.
19.   Sí. YO SOY , Tu propio SER; el que en ti dice: YO AOY, y que es YO SOY.
20.   Ese muy íntimo en ti y trascendente, que, a medida que vas leyendo, despierta y responde a esta Mi Palabra al percibir en ella Su Verdad; ese que reconoce la Verdad y descarta el error dondequiera que lo encuentra. Mas no es ese que te ha alimentado en el error por tanto tiempo.
21.   Porque YO SOY tu Real Instructor, el único real que habrás de conocer, el único MAESTRO.
22.   Sí, Yo, tu SER Divino.
23.   Yo, el YO SOY tuyo, traigo hasta ti este Mi Mensaje, Mi Palabra viviente, tal como he traído para ti todo en la vida, ya sea ello un libro o un “Maestro”, pobreza o riqueza, amarga experiencia o amor; todo para enseñarle que Yo y sólo YO, tu propio y Verdadero Ser, SOY tu Instructor, el único Maestro y el único Dios, Quien está y siempre ha estado proveyéndote, no sólo de Pan y Vino de Vida, sino también de todo lo necesario para tu sostén físico y acrecentamiento mental y espiritual.
24.   Así, pues, todo lo que llame tu atención o excite tu interés, a medida que vas leyendo, sabe que es Mi Mensaje hablado de lo interno a tu conciencia humana externa, y viene a ser una corroboración de lo que el YO SOY en ti siempre supo en lo interno, aunque no lo había aún puesto en términos bien definidos y comprensibles para tu conciencia externa.
25.   Asimismo, sabe que todo aquello que siempre haya excitado Tu interés, proveniente de alguna manifestación visible o material, no h sido sino la confirmación de Mi Palabra, ya hablada en tu interno, la cual manifestación tangible fue el conducto o medio más apropiado del que Yo me valí en ese momento para llegar hasta tu conciencia humana e impresionarla.
26.   Pero no SOY YO tu mente humana, ni su hijo el intelecto. Estos vienen a ser la expresión de Tu Ser, tal como tú eres la expresión de Mi Ser; siendo ambos, asimismo, fases de tu humana personalidad, de igual modo que tú eres una fase de Mi Divina Impersonalidad.
27.   Pesa y estudia cuidadosamente estas palabras.
28.   Yérguete y líbrate del dominio de tu personalidad, cuya mente e intelecto, vanidosos, tienden a glorificarse a sí mismos; ¡sí decídelo ahora, y para siempre!
29.   Pero debes saber que para que Mi Palabra penetre hasta la conciencia de Tu Alma, tu mente, de hoy en adelante debe ser Tu servidora, y el intelecto, Tu fiel servidor.



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