Se nos dice así que cuando el corazón ha rebasado en
una cierta medida su capacidad de resistencia al frío razonamiento intelectual,
se produce una gran crisis en la vida del hombre. Esta crisis es el clamor
invocativo del alma la cual, a través del corazón que es el asiento divino de
Síntesis, exige una especial atención de parte del ser humano, una inapelable
respuesta a un sinnúmero de solicitaciones espirituales surgidas en el
transcurso del tiempo. Todos hemos sentido alguna vez, en momentos realmente
cumbres de nuestra existencia, el aliento íntimo de esta muda solicitación
causal... pero, ¿cuántos de nosotros respondimos adecuadamente a la misma?
Démonos cuenta, sin embargo, que estas mudas solicitaciones espirituales del
corazón se expresan en forma de un sentimiento muy profundo e inenarrable de
soledad, una soledad o un sentido de aislamiento que no todos tendremos quizás
el valor de afrontar serenamente en el fragor de la existencia cotidiana.
No hay comentarios:
Publicar un comentario