PARAMAHANSA YOGANANDA
La Madre del Universo, Jagadamba, aparece representada portando diversos dones en sus manos, es una de las muchas formas, bajo la cual se le adora en la India como aspecto femenino de Dios.
¿Debemos considerar a Dios solamente como un infinito Espíritu impersonal, desprovisto de toda forma y sexo? ¿No podemos apelar al Creador concibiéndole bajo un aspecto más familiar a la mente humana? En éste último caso, ¿cómo deberíamos llamarle, Padre o Madre?
En verdad, Dios es ambos, Padre y Madre. Una porción de su Ser permanece siempre oculta más allá del espacio y del Universo, allí donde no existe sino sabiduría pura, tal es el aspecto de Dios como Padre. La naturaleza entera, en cambio, es una manifestación de Dios en su aspecto de Madre, pródiga en belleza, dulzura, bondad y ternura. Las flores, las aves, los árboles, los ríos, todos hablan, en su hermosura, del espíritu creador y artístico del Señor en su aspecto maternal. No podemos evitar sonreír al pensar en la Madre, con su vía Láctea plena de diamantes estelares, sus perfumadas flores, la risa de sus fluyentes aguas y su belleza manifestada en la creación entera.
Cuando contemplamos la fecundidad de la tierra, el desarrollo de las plantas y los seres, el amor de todas las criaturas hacia sus pequeñuelos, una honda ternura surge en nuestro interior, vemos y sentimos aquí el instinto maternal de Dios. Y si, en algunas ocasiones, la conducta de la naturaleza se nos torna cruel e inexplicable ( en la India se le da el nombre de Kali a la Madre cuando se presenta bajo éste aspecto), así también suelen parecerle al niño algunas de las medidas disciplinarias y protectoras de su madre.
Cuando nos sentamos en medio de un bosque sombreado y silencioso, cuando, en la cumbre de una montaña, nos erguimos bajo el azul del cielo, cuando hollamos la blanca arena, junto a un mar refulgente, no podemos dejar de experimentar una cierta ternura en nuestro interior, ésta es nuestra reacción frente al aspecto maternal de Dios. Si al cerrar los ojos, evocamos interiormente la imagen de vasto espacio, nos sentiremos fascinados por el sentimiento de la infinitud, y no percibiremos en ella sino la vibración de la sabiduría pura, nada más que sabiduría. He aquí el aspecto de Dios como Padre, la ilimitada esfera en la cual no existe creación alguna, ni planetas ni estrellas, sino solo el informe poder de la sabiduría. Este es el Padre. Así pues, Dios es tanto un Padre como una Madre.
Cuando se concibe a Dios como una trinidad compuesta por el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo, podemos ver en el Espíritu Santo a la Madre, en la creación entera al Hijo, y en el Señor mismo al Padre. Así como la madre se refleja en su Hijo, la Naturaleza se refleja en la creación Dios en su aspecto de Padre y Madre dio nacimiento al Hijo, el cual es un símbolo o expresión de su amor. Y nosotros, como parte de la creación, integramos aquél símbolo del amor divino.
La Madre del Universo, Jagadamba, aparece representada portando diversos dones en sus manos, es una de las muchas formas, bajo la cual se le adora en la India como aspecto femenino de Dios.
¿Debemos considerar a Dios solamente como un infinito Espíritu impersonal, desprovisto de toda forma y sexo? ¿No podemos apelar al Creador concibiéndole bajo un aspecto más familiar a la mente humana? En éste último caso, ¿cómo deberíamos llamarle, Padre o Madre?
En verdad, Dios es ambos, Padre y Madre. Una porción de su Ser permanece siempre oculta más allá del espacio y del Universo, allí donde no existe sino sabiduría pura, tal es el aspecto de Dios como Padre. La naturaleza entera, en cambio, es una manifestación de Dios en su aspecto de Madre, pródiga en belleza, dulzura, bondad y ternura. Las flores, las aves, los árboles, los ríos, todos hablan, en su hermosura, del espíritu creador y artístico del Señor en su aspecto maternal. No podemos evitar sonreír al pensar en la Madre, con su vía Láctea plena de diamantes estelares, sus perfumadas flores, la risa de sus fluyentes aguas y su belleza manifestada en la creación entera.
Cuando contemplamos la fecundidad de la tierra, el desarrollo de las plantas y los seres, el amor de todas las criaturas hacia sus pequeñuelos, una honda ternura surge en nuestro interior, vemos y sentimos aquí el instinto maternal de Dios. Y si, en algunas ocasiones, la conducta de la naturaleza se nos torna cruel e inexplicable ( en la India se le da el nombre de Kali a la Madre cuando se presenta bajo éste aspecto), así también suelen parecerle al niño algunas de las medidas disciplinarias y protectoras de su madre.
Cuando nos sentamos en medio de un bosque sombreado y silencioso, cuando, en la cumbre de una montaña, nos erguimos bajo el azul del cielo, cuando hollamos la blanca arena, junto a un mar refulgente, no podemos dejar de experimentar una cierta ternura en nuestro interior, ésta es nuestra reacción frente al aspecto maternal de Dios. Si al cerrar los ojos, evocamos interiormente la imagen de vasto espacio, nos sentiremos fascinados por el sentimiento de la infinitud, y no percibiremos en ella sino la vibración de la sabiduría pura, nada más que sabiduría. He aquí el aspecto de Dios como Padre, la ilimitada esfera en la cual no existe creación alguna, ni planetas ni estrellas, sino solo el informe poder de la sabiduría. Este es el Padre. Así pues, Dios es tanto un Padre como una Madre.
Cuando se concibe a Dios como una trinidad compuesta por el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo, podemos ver en el Espíritu Santo a la Madre, en la creación entera al Hijo, y en el Señor mismo al Padre. Así como la madre se refleja en su Hijo, la Naturaleza se refleja en la creación Dios en su aspecto de Padre y Madre dio nacimiento al Hijo, el cual es un símbolo o expresión de su amor. Y nosotros, como parte de la creación, integramos aquél símbolo del amor divino.
PARAMAHANSA YOGANANDA
MUCHOS DICEN QUE DIOS NO TIENE SEXO PERO ES MENTIRA, ES COMO DECIR QUE DIOS ES UN SER EXTRAÑO A NOSTROS PERO NO LO ES, DIOS ES PADRE Y ES MADRE ¿COMO? LEE LAS PROFECIAS BIBLICAS http://www.youtube.com/user/25anonimod?feature=watch
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ResponderEliminarSinfonias del Espiritu
11 ago (hace 10 días) para Anónimo
Muy interesante tu opinión, sin embargo reflexionemos. Crees que lo Infinito y eterno puede estar dentro de lo finito y perecedero? Este mundo es cambiante. Nada es permanente, todo nace, crece, madura y se transforma en algo mucho mejor . Dios es espíritu. Su Mente compenetra todo el Universo. Es la causa de su existencia. Sexo, mujer, hombre, género, son instrumentos para este mundo de experiencia, donde el espíritu humano, viene al mundo a redimirse, experimentar, crecer, perfeccionarse... Como dice la Biblia: "Sed perfectos como Vuestro Padre lo es en el Cielo...". Nuestro planeta esta en su órbita alrededor del Sol. Miras arriba: infinito; miras abajo, infinito; al este, oeste, infinito, dónde está Dios?: dentro de nosotros. Dios está mas cerca de nosotros que la propia respiración... Está en nuestro corazón... Dice la Biblia: No véis que sois Templos del Dios vivo?, creo que lo dice San Mateo... Ve más allá de las apariencias, no podemos confinar lo infinito en el género... DIOS Es!! y cada ser humano es una célula de Su cuerpo, somo parte de El... investiga. Gracias.