Para triunfar en cualquier empresa,
además de mantener tus pensamientos en un
nivel positivo, debes emplear
paralelamente el poder de la voluntad y una
actividad continua. Todo el mundo de
las manifestaciones externas no es sino el
producto de la voluntad; mas dicho
poder no siempre es empleado en forma
consciente.
Así como existe una voluntad
consciente, existe también una voluntad
mecánica. El motor de todos tus
poderes es la volición, la “fuerza de voluntad”. Sin
ella no puedes caminar, conversar,
trabajar, pensar o sentir. La voluntad es, pues,
la fuente de donde brotan todas tus
acciones. Si quisieras suspender el ejercicio
de la voluntad, sería preciso que
permanecieses tanto física como mentalmente en
la inactividad más absoluta, ya que en
el mero acto de mover una mano, por
ejemplo, estas haciendo uso de la
voluntad. De hecho es imposible vivir sin hacer
uso de esta fuerza.
La voluntad mecánica consiste en el
empleo del poder la voluntad en forma
inconsciente. La voluntad consciente
es una fuerza vital que se acompaña siempre
de determinación y de esfuerzo; es un
motor que te entrenas en ejercer la
voluntad en forma consciente, y no
mecánica, debes paralelamente asegurarte
que los objetivos perseguidos por tal
voluntad sean constructivos y valiosos.
Con el objeto de desarrollar el poder
dinámico de la voluntad, es útil proponerse
realizar alguna de las cosas que te
hayan parecido irrealizables hasta aquí,
comenzando primero por las más
simples; luego, a medida que tu confianza se
fortalece y tu voluntad se torna mas
dinámica, puedes intentar realizaciones más
difíciles. Una vez que estés seguro de
haber elegido bien tu meta, no debes
aceptar por ningún motivo someterte al
fracaso. Ha de dedicarse toda la fuerza de
la voluntad a la consecución de un solo
objetivo a la vez, sin dejar jamás algo a
medio acabar para emprender algo
nuevo; se evita así la dispersión de energías.
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