SOIS VOSOTROS MISMOS QUIENES OS PREMIÁIS
Y OS CASTIGÁIS.
Dios no os premia ni castiga. El os ha dotado del poder, de autopremiaros o de auto-castigaros, por medio del uso o abuso que hagáis de vuestra propia razón y de vuestra fuerza de voluntad. Cuando se transgreden las leyes de la salud, la prosperidad y la sabiduría, inevitablemente se debe sufrir la enfermedad, la pobreza y la ignorancia.
Así pues, deberíais fortalecer vuestra mente, y rehusar continuar soportando la carga de vuestras propias debilidades psicológicas o morales, adquiridas en el pasado: quemadlas en el fuego de vuestras divinas resoluciones presentes y de vuestras buenas obras actuales; a través de esta constructiva actitud, alcanzaréis la libertad.
La felicidad depende en cierto grado de las condiciones externas, pero, fundamentalmente, de nuestras actitudes mentales. Para ser felices deberíamos poseer buena salud, una mente equilibrada, una vida próspera, un trabajo adecuado, un corazón agradecido y, por sobre todo, sabiduría o conocimiento
de Dios.
Las Condiciones del Ëxito. Paramahansa Yogananda.
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