“El hombre y la mujer, debido a la multiplicidad de
tareas y por las circunstancias, está polarizado en el yo inferior, en el
cuerpo emocional o en el mental, lo cual impide la honda necesidad de meditar
sobre las profundidades de la vida, la cual es vivida en el yo inferior. En una
etapa posterior –y a causa de la falta de satisfacción- eleva su pensamiento a
otras cosas y latitudes, comienza a comprender los pares de opuestos dentro de
sí y vislumbra posibilidades e ideales insospechados. La ferviente búsqueda de
algo que está más allá le permite vencer los obstáculos y dirigirse internamente a buscar la fuente
de su origen…”.
R. J. T.
No hay comentarios:
Publicar un comentario