Hoy debemos
desarrollar la conciencia, el discernimiento y la responsabilidad con la HUMANIDAD a la cual
pertenecemos, comenzando con nuestra casa: nuestra nación
1. Que los errores y equivocaciones de los
siglos pasados que produjeron periódicas explosiones de violencia y guerras
destructivas, son el conjunto de errores y equivocaciones de la humanidad como
un todo. Este reconocimiento llevará al establecimiento del PRINCIPIO DE
PARTICIPACION, tan necesario en el mundo de hoy.
2. Que no
existen problemas y condiciones que no puedan ser resueltos mediante la
voluntad al bien. La buena voluntad nutre el espíritu de comprensión y difunde
la manifestación del PRINCIPIO DE COOPERACION. El espíritu cooperativo es el secreto de todas las correctas relaciones
humanas y la antítesis de la competencia.
3. Que existen relaciones de HERMANDAD (como
hijos de Dios) entre todos los miembros de la familia humana que cuando sean
reconocidas, disolverán todas las barreras y darán fin al espíritu de odio y
separatividad. La paz y la felicidad de
cada uno nos incumben a todos. Esto desarrolla el PRINCIPIO DE RESPONSABILIDAD
y establece los cimientos para las correctas acciones grupales.
Estas
verdades básicas ofrecen el incentivo para el servicio y la acción. Son
científicas y prácticas y no están en contra de ninguna actitud religiosa o
gubernamental. Son una parte innata de la conciencia espiritual de la
humanidad. Su aceptación curará las heridas internacionales y las diferencias
entre los pueblos.
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